(De “El Loco”)
Un día dijo el Ojo: Más allá de estos valles veo una montaña envuelta en un velo de niebla… ¿No es hermosa?
Entonces el Oído preguntó: ¿Dónde está esa montaña? No la escucho.
Luego la Mano comentó: En vano trato de sentirla o tocarla; no encuentro ninguna montaña.
Y la Nariz aseveró: No hay ninguna montaña por aquí; no la huelo.
Cuando el Ojo volteó hacia otro lado, los demás empezaron a murmurar acerca de la extraña alucinación del Ojo, y decían entre ellos: ¡Algo debe de andar mal en el Ojo!