Categoría: Ajahn Chah
Enseñanzas de este gran maestro de la meditación.
Medita siempre
Observa tu propia mente. Examínala para que veas cómo los pensamientos van y vienen. No te apegues a nada. Sé consciente de cualquier cosa que esté ahí para ser vista. Sé natural. Cualquier cosa que hagas en tu vida es una oportunidad para practicar y meditar. Por ejemplo, cuando realizas tus quehaceres, realízalos de manera consciente. No creas que solamente se practica y se medita mientras te sientas en una posición específica. Haz todo con naturalidad y atención consciente, eso también es meditar.
Ni apego, ni aversión
Cuando surjan cosas placenteras,
comprende que están vacías.
Cuando surjan cosas desagradables,
observa que no son tuyas, pasan.
No te relaciones con ellas como algo propio,
ni te veas a ti mismo como poseyéndolas.
Ése es el camino que conduce a la Liberación.
¿Amigo o Enemigo?
En la práctica, el deseo puede ser un amigo o un enemigo. Como amigo, hace que tengamos ganas de practicar, de comprender, de terminar con el sufrimiento; pero estar siempre deseando algo que aún no ha surgido o querer que las cosas sean de otra manera, solamente causa más sufrimiento; ese tipo de deseo es un enemigo. Al final, debemos aprender a deshacernos de todos nuestros deseos, incluso del deseo de alcanzar la iluminación; sólo entonces podremos ser libres.
Más cerca de la Verdad
¡Cree en ti mismo!
El maestro te ayudará a conocer el Sendero,
pero no va a resolver tus dificultades.
El Buda nunca elogió la creencia en otros.
Debes creer en ti mismo.
Tienes que decidirte a practicar de verdad.
Las dudas no desaparecerán preguntando a los demás,
sino a través de tu propia práctica incesante.
Recorrer el Camino
El Buda nos enseñó a abandonar
todas las formas de maldad
y a cultivar la virtud;
de esta manera,
él nos ha indicado el Camino;
si lo recorremos o no,
depende solamente de nosotros.
Investígate
Lo más importante
es conocerse a sí mismo.
Estar buscando maestros
no va a resolver tus dudas.
Investígate a ti mismo
para que encuentres la Verdad.
¿Quién es Ajahn Chah?
Una vez, alguien preguntó a Ajahn Chah: ¿Quién es Ajahn Chah?
Ajahn Chah, percibiendo que el desarrollo espiritual de ese individuo no era muy avanzado, se señaló a sí mismo y dijo: Éste es Ajahn Chah.
En otra ocasión, otra persona hizo a Ajahn Chah la misma pregunta; pero entonces, percibiendo que la capacidad del que preguntaba era mayor en cuanto al entendimiento del Dhamma, Ajahn Chah respondió: ¿Ajahn Chah? No hay Ajahn Chah.